La IA no matará al UX, pero los profesionales podrían hacerlo si no adaptan su enfoque
En los últimos meses, el debate sobre el impacto de la inteligencia artificial en el diseño de experiencia de usuario (UX) ha cobrado fuerza. Dos artículos recientes, escritos por Kym Primrose y Matt Bryan, analizan cómo la adopción acelerada de herramientas de IA podría erosionar la creatividad y la inclusividad en el diseño, a menos que los profesionales reevalúen su rol y metodologías.
El riesgo de estandarizar el diseño
Primrose advierte que la IA, aunque eficiente, opera mediante la replicación de patrones existentes, lo que podría homogenizar el diseño. "No puede crear; solo replicar", señala, citando estudios del MIT que demuestran cómo la IA generativa depende de datos históricos en lugar de pensamiento original. Este enfoque, combinado con presupuestos ajustados y plazos cortos, amenaza con marginalizar aún más el diseño inclusivo, ya que las empresas optan por soluciones rápidas en lugar de procesos centrados en la empatía y la co-creación.
La falsa dicotomía entre eficiencia y creatividad
Ambos autores coinciden en que el problema no es la tecnología en sí, sino cómo se integra.
¿Hacia dónde va la industria?
Los desafíos son claros:
- La posible desaparición de roles junior, ya que la IA automatiza tareas básicas de diseño visual.
- La necesidad de formar diseñadores en habilidades estratégicas, como análisis de incentivos empresariales y testeos con usuarios reales y simulados.
- La urgencia de redefinir los programas educativos para priorizar conocimientos específicos de dominio sobre principios generales de UX.
Tanto Primrose como Bryan enfatizan que el verdadero peligro no es la adopción de IA, sino la complacencia. "Si entregamos nuestro criterio creativo a máquinas sin cuestionar cómo usarlas, perderemos lo que hace valioso al diseño", concluye Primrose. Por su parte, Bryan insiste en que la reinvención profesional es inevitable: "El nuevo 'top' debe ser algo que aún no existe".