Hong Kong en la encrucijada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China

– Hong Kong, un centro financiero global, enfrenta desafíos económicos y geopolíticos debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos.

Contexto de la guerra comercial

El 1 de febrero de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitió una orden ejecutiva que impone un arancel del 10% a todos los productos chinos, incluyendo aquellos originados en Hong Kong. Esta medida, justificada como una respuesta a la cadena de suministro de opioides sintéticos, ha generado preocupación en la economía exportadora de la ciudad.

Hong Kong, aunque es una región administrativa especial de China, opera bajo el principio de un país, dos sistemas, lo que le otorga autonomía en políticas comerciales. Sin embargo, su estrecha relación con el mercado chino la coloca en una posición delicada ante las tensiones entre Washington y Beijing.

Reacciones y estrategias de Hong Kong

Autoridades y expertos han expresado que el impacto de los aranceles en Hong Kong será menor que en China continental. Jeffrey Lam, miembro del Consejo Legislativo, señaló que la postura estadounidense es más retórica que acción, confiando en que las empresas locales encontrarán alternativas para mantener el comercio.

Algernon Yau, Secretario de Comercio y Desarrollo Económico, destacó la importancia de fortalecer la cooperación con otros socios comerciales fuera de Estados Unidos para mitigar riesgos.

Además, mencionó que solo el 3% de las exportaciones de Hong Kong a EE.UU. provienen de China continental, mientras que el 97% son reexportaciones de países como Taiwán, Vietnam y Corea del Sur.

Ventajas comerciales de Hong Kong

El estatus de puerto libre de Hong Kong le permite evitar impuestos aduaneros en bienes que transitan por su territorio. Esta condición, junto con su diversificación comercial, actúa como un amortiguador frente a los aranceles estadounidenses. En 2024, las exportaciones de Hong Kong a EE.UU. representaron solo el 6.5% del total, mientras que las ventas a China continental alcanzaron los HK$2.7 billones (US$345 mil millones).

Christopher Tang, experto en gestión de cadenas de suministro de la UCLA, señaló que, al no imponer represalias arancelarias, Hong Kong puede seguir importando productos estadounidenses sin encarecerlos para sus consumidores. Esto es clave, ya que EE.UU. mantiene un superávit comercial de US$22 mil millones con la ciudad.

Desafíos para las empresas locales

Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) de Hong Kong enfrentan dificultades para reorientar sus negocios hacia mercados no estadounidenses. Sonny Lo, politólogo de la Universidad de Hong Kong, estima que el proceso de adaptación podría tomar entre uno y dos años.

El gobierno ha anunciado medidas para apoyar al sector, como la exención de licencias de importación y exportación para ciertos productos, así como la colaboración con puertos vecinos para atraer nuevos flujos comerciales.

Perspectivas geopolíticas

El conflicto comercial aumenta la presión sobre Hong Kong como puente entre Occidente y China. Si Beijing percibe que su estatus especial se ve amenazado, podría incrementar su control político sobre la ciudad. Por otro lado, si Hong Kong es vista como demasiado alineada con China, podría perder confianza en los mercados occidentales.

La Cámara de Comercio Americana en Hong Kong ha pedido un enfoque que reconozca el estatus único de la ciudad, subrayando su papel crítico en el comercio global.

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